http://www.lacomarca.net/index.php?option=com_content&view=article&id=8861:saltos-del-ega-se-defiende-y-dice-que-no-contamino-el-rio-matarrana&catid=88:matarrana-matarranya&Itemid=792
La defensa de Juan Antonio Florensa,
empresario
condenado a dos años de prisión y 2.400 euros de multa por contaminar el
río
Matarraña, ha presentado varios informes con los que pretende
demostrar que la empresa Saltos Del Ega no perjudicó el paraje conocido
como ‘
El Batán’. La sentencia se dictaminó el 18 de julio, poniendo fin a
un proceso que empezó en 2007 cuando un Agente de Protección de la
Naturaleza denunció el posible deterioro de un tramo del río
Matarraña.
Pese a que el Ministerio Fiscal pedía una pena mayor para el condenado y
sus dos socios (que fueron absueltos), la condena se acabó reduciendo
tres años. Los documentos presentados por el abogado de la defensa,
Jaume Martín, no suponen un recurso a la sentencia dictada por la
Audiencia Provincial de
Teruel. Cuando el condenado aceptó la pena se
quedó sin derecho a recurrirla.
Sin embargo, eso no quita que la defensa de los tres acusados
busque lavar la imagen de Saltos Del Ega presentando un extenso dossier
de las pruebas biológicas hechas por diferente empresas especializadas.
El documento atribuye a los usos turísticos y agrícolas del río el hecho
de que la flora se haya deteriorado en las últimas décadas. Asimismo,
se encarga de explicar que la actividad industrial de la planta ahora
cerrada no es la responsable de la desaparición de la población de
truchas, sino que estos animales no viven en el río
Matarraña desde hace
años debido a las condiciones del mismo.
Según la defensa, el responsable de que se haya culpado a Juan
Antonio Florensa de un delito ambiental «que no cometió» es el Agente de
Protección de la Naturaleza (
APN) que cursó la denuncia en 2007.
Informes medioambientales
Los
informes que se adjuntan en la documentación de la defensa están
elaborados por la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza,
el Centro de Estudios Avanzados de Blanes del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, la Universidad de
Barcelona, el equipo de
biodiversidad del Servicio Provincial de Medio Ambiente de la DGA en
Teruel y Sodemasa. Asimismo, el informe cuestiona la labor del APN que
cursó la demanda.
En primer lugar y respecto al informe de la Facultad de Veterinaria
de la Universidad de Zaragoza, los expertos han determinado que el río
no está deteriorado solo en el tramo donde estaba ubicada la planta de
combustión de biomasa, sino que las malas condiciones alcanzan al
conjunto de la flora y la fauna. En la confluencia de los ríos
Matarraña
y Ulldemó, donde se ubicaba la empresa, el informe ha establecido que
«se cumplen los límites establecidos en la legislación y unos valores
medios aptos para la vida piscícola».
Por su parte, el Centro de Estudios Avanzados de Blanes ha
determinado que no existen pruebas de que los vertidos que han causado
daños en el río procedan de la empresa Saltos Del Ega. El informe de
estos especialistas establece que el río se ve afectado por el impacto
del estiaje, la sequía y la captación de aguas para usos agrícolas.
También concluye que el río está claramente degradado pero que no se
puede concretar los motivos que han causado tal perjuicio. A lo largo de
la última década, la comunidad de macroinvertebrados se ha reducido en
un 49,59%.
En lo que respecta a la colonia de truchas que debía haber
en la cuenca del
Matarraña, el jefe del equipo de biodiversidad de la
DGA ha concluido que en la confluencia del río con el Ulldemó nunca
existieron frezaderos de desove en los tramos cercanos.
Por su parte, la Universidad de Barcelona ha probado que la fauna del
río no desaparece solamente en el tramo de ‘El Batán’ supuestamente
afectado por la empresa Saltos Del Ega. Tampoco hay presencia de los
mismos en el resto del río. El informe ha resuelto que «algunas especies
de peces se expanden río arriba en busca de hábitats más adecuados,
donde las aguas no están afectadas por los impactos ecológicos de los
vecinos de la zona y visitantes de Beceite, cuya población se triplica
en verano».
Registros no concluyentes
El
abogado de la defensa del caso, Jaume Martín, ha reiterado que ni el APN
denunciante ni los efectivos del SEPRONA pudieron demostrar que la
planta denunciada utilizara materiales nocivos para generar energía.
Así, dice que en Saltos Del Ega no había materiales almacenados como
radiografías, neumáticos plásticos ni cables, que supuestamente habrían
quemado los acusados. Además y como parte de la defensa, en el juicio
compareció el ex teniente de alcalde de Beceite, Ramón San Martín, quien
especificó que en el río
Matarraña nunca ha habido truchas autóctonas.
Afirmó que ni él ni ningún otro vecino percibieron malos olores o ruidos
procedentes de la planta.
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